Notas de Viaje, Bogotá, Mayo 2024

AC469 C-GKOE A320-214 YOW-YYZ

AC94 C-GOFV A330-343 YYZ-BOG

AC95 C-GOFV A330-300 BOG-YYZ

AC466 C-FYJI A319-100 YYZ-YOW

El vuelo 469 dentro de la norma, con 30 minutos de retraso.

Mi vecino de puesto en el 13D, Hippie quien ba a San Diego CA, muy acorde, viajaba solamente con lo que le cupiera en los bolsillos de la pantaloneta, una camiseta, no sé si llevaba sandalias o si sencillamente, se quitó los zapatos, con olor concentrado a humano..

Turbulencia moderada durante todo el vuelo.

C-GOFV es un avión de 10.8 años, pero a veces parece más. Air Canada me avisa por correo electrónico que no habrá servicio de WiFi (“Normal”), la vez pasada tampoco hubo sistema de entretenimiento, igual es un vuelo red-eye donde se duerme todo el tiempo, poco importa, que no hay comida (por la huelga de los servicios de catering en Toronto) y que el vuelo podría estar atrasado por niebla en Bogotá.

(En pleno siglo 21 El Dorado todavía cierra por niebla?). Hasta donde entiendo el problema no es de los aviónes ni de las tripulaciones (entrenados para ILS CAT 3) sino del aeropuerto. La pista 13L esta calificada ILS CAT3A (2023-08-23, 30 mts de altura minima para contacto visual con la pista y 200 m. de visibilidad en tierra), pero no las rampas, literalmente la torre tiene que poder ver los movimientos de los aviones de la pista a la plataforma.)

C-GOFV sigue mostrando su edad, o al menos que usan los asientos mas viejos de la flota. Cuando fue la última vez que vieron un panel multimedia, con conectores RCA de audio y video, un interruptor, y un conector S-Video para iPad?

Al final, no hubo Wifi, el sistema de entrenimiento (arcáico) tiene pocas opciones, y si hubo comida, nada digno de una reseña especial.

Al llegar a Colombia y hacer inmigración, el “BioMig” (regístro biométrico) no me funcionó, afortunadamente la fila fue breve (se lo mencione al oficial de Migración Colombia que el Biomig no me funcionó, igual pareció importarle poco). Al final es mas bonito hacer la visita con el Oficial de Migración y tener los sellos en las paginas del pasaporte.

Luego del reclamo del equipaje en la cinta transportadora, la Señora del control de aduanas responde ante los “Buenos Dias” con una cara de infinito cansancio (o peste) y hace la pregunta por puro trámite “De donde viene?” “Toronto”, “Siga”.

Bogota, donde ya hay trancón a las 5 de la mañana “porque ayer fue festivo” (1ro de Mayo), y a las 6:00 ya estaba en la Casa Paterna de los Largos Silencios.

Pasé la mañana descansando y adivinando la clave de la red inalámbrica de internet de la casa que ha cambiado radicalmente desde que vine en Noviembre, al final pagó el cartón de Ingeniero de Sistemas, y averugué la clave de la WiFi, ya que el papelito en la carpeta “Empresa de Teléfonos de Bogotá” dentro del archivero, con todas las claves de la red y servicios de internet, sencillamente es mentira.

En el trámite de descubrir la clave de la WiFi, pude “admirar” la implementación exótica de Internet ETB en la Casa Paterna; Fibra Óptica directa a la casa, la Fibra Óptica se conecta a un Modem ZTE, con capacidad WiFi 802.11 b/g/n 2×2, 2x RJ45 datos, 2x RJ45 IPTV, y 2x VoIP RJ11, uno de ellos con un adaptador doble (invento de mi Papá) para conectarse a las derivaciones telefonicas (ancestrales) de la casa que dejaron de funcionar después de una inundación.

El ZTE tiene la WiFi deshabilitada, pero conecta uno de los puertos RJ45 de Datos a un Router Wifi TPLink HC220-G5 802.11 a/n/ac 5.0 GHz y b/g/n a 2.4 GHz, y 3x RJ-45 a 1 Gbps.  La WiFi es manejada por el TPLink, y de ahi sale un RJ45 al Televisor.

“El técnico de la ETB vino y me vendio eso por $20,000 para mejor velocidad de internet”.

Mi Papá solo usa internet para ver el correo electrónico (nunca responde) y Google para resolver el crucigrama del Domingo. No tienen ninguna subscripción a ningún servicio de video por internet. Tienen televisión por Cable de Claro, con 300 canales solo ven 2, Caracol y RCN.

Luego hago un almuerzo improvisado en la casa con los sobrantes del día anterior; Frijoles con Carne, un pedazo minúsculo de pollo, tres papas criollas y hago un arroz fresco. La única observación de mi Papá (que no sabe cocinar): “El arroz le quedó aguado”.

De nada.

Despues por la tarde, paso a un centro comercial cercano a la sucursal de Bancolombia, los kioscos son de adorno, el primero en la puerta, solo sirve para ciertos tramites, y no hay un “turno general”, veo otro kiosko dentro de la oficina que parece mas general, inmediatamente se me acerca una señorita del banco que me dice que si lo hago por el kiosco, quedo al final de la fila, pero con ella es mas rapido. Ok, le doy mis datos, y dice que quedo agendado para las 3:00 pm, pero que tengo que “activar” el turno con ella 10 minutos antes.

Interesante. Al final observo que la Señorita Agendadora y Activadora de Turnos, guía a las personas a usar el App de Bancolombia para solicitar la cita y la activación.

Para mi sorpersa (primera), tengo la opción de solicitar la cita, aparentemente las opciones del app cambian segun mi localización,

Entro al app y puedo ver que se puede solicitar y gestionar la cita, puedo encontrar mi cita, puedo descargar un pdf con la información de mi cita, y ver el tiempo de espera antes de “activar” el turno. 5 minutos antes de la hora programada. tengo la opción de “activar” el turno, veo que tan solo hay una persona en la fila virtual, y tres minutos despues estoy hablando con una asesora.

Al final, pude añadir una tarjeta débito a mi cuenta sin mayor tramite (segunda sorpresa), y luego 10 minutos despues de haber recibido la tarjeta, estoy pagando un helado Alaska en Crepes & Waffles (tercera sorpresa). Tiempo total, algo mas de una hora.

Lo que queda de la colección.  Acabo de darme cuenta que falta uno (de Noviembre a hoy), un Republic P-37 Thunderbolt escala 1:72, seguramente destruido durante los rituales de sacudir el polvo.

Si en Camelot, el Rey Arturo tenia una mesa redonda, en la casa Paterna es una mesa ovalada. Durante mi infancia, me senté a la derecha de Mi Padre, frente a mi Mamá.  Desde que sali de la casa, mi puesto pasó a ser al extremo opuesto de mi Padre, sentados en puntas opuestas.

Mi Padre interrumpe su desayuno, o cualquier llamada mia un fin de semana, para sacar un chocorramo al barrendero de la calle del frente, o para atender a la señora que recicla el vidrio y el papel. Sale y deja todas las puertas abiertas. Prioridades, y esperemos que los Dioses sigan a su lado.

Durante el almuerzo, una pregunta sobre mi teléfono celular, desemboca en un monólogo de 30 minutos de mi Padre (canalizando al Profesor de Introducción a la Ingeniería), sobre la evolución de las telecomunicaciones en Colombia, desde las cartas que se demoraban un mes en llegar de Leticia a Neiva en un PBY Catalina de la Fuerza Aerea, pasando por el Teletipo, el Telegrama, el único Radio del pueblo, un BlauPunkt Alemán importado a lomo de mula, con la antena en un alambre trepado a una guadua, el Telefono Conmutado por las “Señoritas Operadoras”, el Teléfono a la Casa, y luego la Telefonía Celular. La misma historia, relatada mútiples veces, con los mismos detalles.

Suena la Radio Nacional de Colombia con la “Mañanas del Ayer” para la “Musicoterapia” en un intento (desesperado?, útil?, inútil?) de estimulación cerebral para mi Mamá.

Costumbres inexplicables, darle OK y firmar el Periódico ya leído.

Mi contenido de TikTok cambia radicalmente en Colombia, hace años era contenido Uribista, y del Glorioso Ejercito Nacional de Colombia (“Dios y Patria!”), ahora son emprendimientos para crear riqueza sin necesidad de estudiar en las Universidad, no depender de un empleo, y fútbol.

Muchos paralelos entre “La Costa Nostra” de Laura Adila Arrieta, que investiga al Clan Char de Barranquilla, y como pivotea política, corrupción, paramilitares (para controlar las rutas del narcotráfico), y sobretodo el fútbol con el Junior de Barranquilla ‘Si el Junior está bien, Barranquilla está bien”. y el Podcast “Hot Money” del Financial Times, donde narra como el Clan Cavanaugh de Irlanda, logró centralizar la mayoría del narcotráfico de Europa y el lavado de dinero promoviendo peleas de Boxeo.

Arreglando el país en medio de los trancones de Bogota con Simón Bolivar (Perdomo, en serio, ese es el nombre) durante un recorrido por Cabify, llegamos a la desilusión del Gobierno Petro y como su política bandera de la “Paz Total” envalentonó a los grupos armados ilegales, para ganar terreno en la mesa de negociación. No veo fallas en su lógica.

Durante una rápida visita de una Tía con mis Primos, a raiz de alguna conversación casual entre familia, mi Papá dice: “Mi Hijo ha tenido dos fracasos en la vida: no poder pasar el número celular de mi Mamá a mi cuenta, y no haber podido pasar la tarjeta SIM del celular de ella al mío.” Gracias Pá.

En mi pirrica defensa, puedo alegar la siguiente historia: Durante alguno de los viajes aquí a la Casa Paterna, mi Mamá tenía un Telefono Celular ya viejo, que se le borraron los números de tando usarlo, un LG “flecha” básico, lo más parecido al eterno Nokia 3100. Mi Papá se montó al plan de cambiarle el teléfono celular a mi Mamá, y yo con todo el gusto lo acompañé a la Oficina de Claro; primero avariguamos si el número celular de mi Mamá en Pre-Pago, se podría poner dentro del plan Post-Pago de mi Papá, ante la negativa de Claro, simplemente decidí comprar un celular nuevo tan parecido como fuera posible al anterior, resultó ser un Nokia 100, que pensé que era familiar para mi Mamá. Resulta que ese celular fue imposible de manejar para mi Mamá, y según cuenta mi Papá, ningún miembro de la familia, (incluso los que sabían de esas cosas), lo pudieron manejar. (Primer fracaso en mi Vida).

Ante ese fracaso, y tiempo después, mi Papá le compró a mi Mamá un Samsung A10 Android con 128 Gb. Que hasta el día de hoy no ha sido usado. Mi Mamá no tiene ninguna cuenta en Google, y mi Papá no recarga el telefono en Post-pago. Igual, Mi Mamá no tiene ni la paciencia, ni la pericia, para manejar una pantalla táctil como la del Samsung. El celular está ahí sobre una mesa, en mudo, recibiendo llamadas de amigas de mi Madre, que nunca son contestadas.

Continuando mi pirrica defensa, el Segundo fracaso en mi vida, es no poder pasar la tarjeta SIM del teléfono celular de mi Papá, al de mi Mamá. Mi Papá maneja un antiqúisimo Huawei con sistema operativo “Harmony OS” (propietario de Huawei) pero que permite conexiones básicas a servicios Google. Se podría pasar la tarjeta SIM del celular de mi Papá al celular de mi Mamá (Samsung). El Samsung es mejor télefono, sistema operativo Android, mejor conectividad a internet y servicios Google, pero mas grande, y complejo de manejar que el Huawei. Y ahi tengo un dilema tecnológico-moral. “Quitarle” el celular (ilusorio e inutil) a mi Mamá y complicarle la vida un poco más a mi Papá con un celular nuevo, o el status-quo.

Por ahora decidí por el status quo.

En la madrugada, las despedidas de la esperas y grandes silencios.

Ya en el aeropuerto, me sorpdenden los “Ancianos” que usan las sillas de ruedas del aeropuerto, algunos para saltarse las filas, y la señora que usa la silla de ruedas para las maletas … En fin.

Gracias Andrés por bajar el volúmen.


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