Bogotá Acida

Natalia Ponce de 33 años fue atacada con ácido en la portería del edificio donde vive en Bogotá. De nada valieron ni la exclusividad del edificio, ni el barrio, ni la vigilancia privada. Alguien diciendo ser su ex-novio llegó a la portería solicitándola. Ahora se encuentra iniciando una dolorosa recuperación de sus heridas físicas (quemaduras químicas en el 30% de su cuerpo) pero las heridas emocionales después de semejante acto de barbarie tal vez no sanen nunca.
Facebook y Twitter piden justicia, fotos, mensajes, y muñequitos de plastilina tratan de movilizar una conciencia ciudadana dormida, un like y un retweet son las expresiones más comunes, los mas conscientes hacen un plantón público en el parque El Virrey.
En Colombia, el caso de Natalia, es uno mas en un mar de casos de violencia, una estadística más, otra recompensa de 5 millones por cualquier información, otro caso impune.
No es endurecer las penas, o esperar a que el Estado actúe, o prohibir la venta de ácido.
Hoy me siento avergonzado de pertenecer a una sociedad donde la violencia diaria y pura deja ocurrir impunemente semejante acto de barbarie y donde no pasa nada.